El Bloque de diputados nacionales de la Unión Cívica Radical ratifica su profunda preocupación por la ausencia de un Presupuesto Nacional para el año en curso. Durante el período parlamentario 2010, insistimos en que su sanción era trascendental. El presupuesto es materia de debate entre los distintos poderes, tal como lo establece nuestra Constitución Nacional. La presentación del proyecto de la “Ley de leyes” por parte del Ejecutivo al Congreso para su tratamiento es prioritaria y hace a la consolidación de nuestro sistema democrático y republicano.
El presupuesto nacional refleja, en líneas generales, la política que sigue cada administración, sus proyecciones de gastos e ingresos. Su aprobación cada año se convierte en un acto esencialmente político, que refleja el mayor o menor grado de confianza que las diversas fuerzas otorgan al Poder Ejecutivo.
En este sentido, nuestra voluntad fue debatir seriamente, sin mentiras. Denunciamos públicamente las irregularidades estadísticas que el Mensaje del Ejecutivo contenía y la negación por parte del bloque oficialista y sus aliados al tratamiento de la asignación de fondos a proyectos de necesidad extrema, como el 82% vital y móvil a nuestros jubilados.
Trabajar sin presupuesto no es un tema menor de carácter formal. La Ley de presupuesto es un marco ordenador macroeconómico para la actividad privada y para el desenvolvimiento general de la economía. ¿Cómo se puede pensar en contener las expectativas inflacionarias, si la política fiscal navega en las sombras y su resultado, por fuera del accionar del Congreso, queda sometido a los arbitrios del gobierno para hacer cosmética sobre los resultados financieros del ejercicio? ¿Vamos a tener déficit o superávit fiscal? Con igual criterio, ¿Cómo los empresarios pueden diseñar sus decisiones de inversión o sentarse a negociar un acuerdo de precios y salarios si las reservas del Banco Central, sin el respaldo legal del presupuesto, han quedado en manos del gobierno nacional? ¿Cómo se puede pensar en un marco de acuerdo y tranquilidad social si los recursos de los jubilados son utilizados muchas veces para tomar obligadamente deuda emitida por el gobierno nacional?
Más allá de los avatares que imposibilitaron la sanción del presupuesto del 2011 parece que el Ejecutivo está cómodo prorrogando el Presupuesto 2010 y disponiendo a su arbitrio los recursos públicos. El fortalecimiento de la democracia y las instituciones requieren más transparencia y menos sospecha. Esta situación se agrava por ser este un año electoral.
Estamos a tiempo de revertir esta situación. Es imprescindible que el Ejecutivo comprenda la imperiosa necesidad de tratar el presupuesto 2011 en sesiones ordinarias. Si tiene verdadera voluntad de encarar una negociación y un consenso serio y responsable para ordenar las prioridades de la política publica, con seguridad el radicalismo estará trabajando para alcanzar los acuerdos necesarios.
http://ucr.org.ar/notas/gacetillas-de-prensa/el-gobierno-dispone-a-su-arbitrio-de-los-recursos-publicos
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