RADICALISMO DE PIE, EL RADICALISMO VUELVE A LAS BASES...

miércoles, 25 de septiembre de 2013

No a la Baja de Edad de Imputabilidad

No resulta novedosa esta cuestión de tratar de subsanar flagelos estructurales, profundos, con remedios superficiales, meramente estéticos. El gobierno Nacional lleva a cabo esta política casi en todos los ámbitos: una verdadera justicia social no puede comprender meramente un bienestar económico, que si bien es parte importante, también debe ser en conjunto de una reforma a nivel cultural y educativo, cosa que no sucede (Ya que seguimos con una ley educativa nacional cuasimenemista, y con planes educativos que colisionan con los bajos sueldos de los que deben llevar a cabo la tarea de educar, los maestros), un sistema de transporte adecuado no se logra pintando viejos vagones, si mientras tanto los ciudadanos siguen viajando como si fueran ganado, la solución a la pobreza y a la marginalidad no se alcanza sólo con planes sociales, que si bien son primordiales no se consustancian con una política clientelar notoria desde el gobierno nacional, el pobre no es un mero voto, ni un número más, sino que es un ser humano excluido del mismo sistema que propugna el estado.
Con respecto a la baja de la edad de imputabilidad nos encontramos nuevamente con medidas superficiales parar problemas sustanciales. Es de gran notoriedad el giro desesperado con matices electoralistas que impulsó esta medida con el fin de "comprar el voto de clase media". Es de magna gravedad que se impulsen leyes por una simple vocación electoral, sin tener en cuenta a dónde nos podría llevar una ley de esta magnitud.
Para comenzar, el problema de la inseguridad no se soluciona con más fuerzas policiales en las calles, que tan putrefacta está su estructura que lo único que se lograría es seguir criminalizando la marginalidad, y seguir lamentando víctimas de un absurdo sistema represor. Ya tenemos un sistema penitenciario bastante viciado donde todos los días se violan los derechos inherentes que tienen los presos por el simple hecho de ser humanos. Nos encontramos con cárceles superpobladas, apremios ilegales por doquier, gran parte de la población carcelaria en libertad condicional, jueces de ejecución con demasiadas causas, sin un seguimiento permanente y personal para lograr una verdadera resocialización (Ya que ésta es la teoría de la pena que adopta el ordenamiento penal argentino), innumerables delitos en los penales tanto por parte de los otros presos como por parte del personal penitenciario, presos que consiguen su libertad pero que en la calle no encuentran ni una sola salida porque no tienen los elementos para hacerlo ¿Es en este sistema que queremos incluir a los menores? Por cierto, no tenemos solucionado el problema del sistema penitenciario, y esto es querer seguir agregándole problemas, al sistema y a la persona que fuera a sufrir la condena de privación de su libertad. ¿Acaso nadie pensó en esto a la hora de tocar un tema como la baja de edad de imputabilidad?
Para aclarar un poco el panorama y disipar dudas, quiero exponer que existe un Régimen Penal Juvenil, y que los menores de 18 (desde los 16) son punibles en la actualidad, cuestión que muy pocos deben saber. La ley que regula este régimen es la ley 22.278, que en su primer artículo nos aclara que un menor de 18, desde los 16 es punible en delitos de acción pública (Homicidio, robo, etc), pero no lo es en delitos de acción privada, estos son delitos que no pueden ser iniciados de oficio por el estado (Min. Público Fiscal), por ejemplo: calumnias e injurias,como tampoco en delitos de penas privativas de libertad menores a 2 años, por ejemplo un hurto o una intimidación contra un funcionario público para exigirle la ejecución u omisión de un acto propio de sus funciones. Por consiguiente es una falacia la premisa de que un menor no es punible, ya que parecería ser que esta premisa domina el conocimiento popular y colectivo.
Es necesario también informar que uno de los puntos fuertes de los que querer bajar la edad de imputabilidad es totalmente endeble. Estamos hablando de la gran falacia sobre la cual se basa esta nefasta idea: que la cantidad de delitos que cometen los menores es representativa frente al número total de delitos. Es necesario desmentir esto, es una gran falsedad. Los delitos cometidos por menores, por lo menos en la Prov. de Bs.As es ínfima con respecto al número total. Ni los peores pronósticos superan la representatividad de mayor al 4,3%, que es la estadística expuesta por La Nación (Un diario no muy amante de los Derechos Humanos, y se podría decir, ligado a las corporaciones económicas del país, con una gran tendencia opositora al gobierno nacional). Un informe de InfoJus, una agencia ligada al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Es decir totalmente contraria en el plano mediático con el diario antedicho) nos muestra crifras mucho menores.  (Fuentes: http://www.lanacion.com.ar/1617984-en-la-provincia-el-43-de-los-delitos-involucra-a-menores , Estadísticas 2012 InfoJus http://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/mitos-realidades-y-estadisticas-del-delito-juvenil-en-la-provincia-1507.html)
Es innegable que algo anda mal en nuestro sistema, pero esto no quiere decir que criminalicemos a las víctimas del mismo, es decir, los niños marginados que crecen con un Estado ausente y no conocen otra opción que no sea la de delinquir, ya que su ambiente está plagado de dicho flagelo.
Es hora de que los legisladores, el gobierno, y todo el espectro político comience a replantearse las decisiones que toman. Una ley, un decreto, una resolución, provocan un cambio en la vida de las personas, y si se realiza sin mirar en las consecuencias, mediatas, inmediatas, e inclusive las lejanas, se corre el riesgo de afectar dichas vidas en detrimento de su bienestar.
Desde la Juventud Radical no vamos a tolerar que se siga criminalizando la pobreza, que se siga sosteniendo un Sistema Penitenciario que viola los Derechos Humanos diariamente, que se siga apoyando una estructura de Fuerzas Policiales que huele a pudredumbre, que criminaliza al marginado y arregla con el sicario, el narcotraficante, y los delincuentes de guante blanco. Nosotros queremos maestros que contengan, no policías que repriman.
El Frente Para la Victoria desnuda su vacío ideológico día tras día, su política de fondo no se asemeja ni con el peor de los progresismos, pero su política de cartelera quiere encubrir con una hipócrita manta progresista su estructura más nefasta, que es el peronismo menemista-duhaldista reciclado. El peronismo actual no reivindica las luchas sociales de las clases marginales, sino que es una maquina de cooptación mediante contraprestaciones clientelares, manteniendo a los marginados en su marginalidad, porque es de su conveniencia.
¿Por qué no se realiza un trabajo de fondo para rescatar a esta parte de la población que ´persiste en la marginalidad a través de la asistencia del Estado y el acompañamiento en todos los estadíos que transcurren en la vida de los menores? Claramente la política de "justicia social" del Frente Para la Victoria es infructuosa, la marginalidad, la exclusión es moneda corriente, y es por esto que existe la inseguridad.

Es por esto que nos oponemos enérgicamente a la idea de bajar la edad de imputabilidad.

#NingúnPibeNaceChorro

TODO PRESO ES POLÍTICO



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