Los abajo firmantes, militantes de la Unión Cívica Radical, creemos
sumamente necesario realizar algunas consideraciones con motivo de
discusiones generadas que tienen como epicentro a nuestro partido.Es por
ello, que queremos expresamente manifestarnos en desacuerdo con la
forma en que desde la institucionalidad de nuestro partido se procedió
con motivo de la convocatoria a la marcha del 24 de Marzo.
No
concebimos de ninguna manera que el terrorismo de estado sea equiparable
a las deudas de la democracia, y confundir esto, como decía Raúl
Alfonsín, implica no reconocer la diferencia entre la vida y la
muerte.Sin lugar a dudas nuestra democracia, que como tal es imperfecta,
nos plantea todos los días nuevos desafíos.
La política tiene
el rol de perfeccionarla y sostenerla. Lo que nunca debe hacer es
banalizarla.Sin embargo, cierto es que sería injusto detenernos en la
difusión de un afiche conceptualmente erróneo sin mencionar a quienes
desde el ejercicio del poder real que detentan, erosionan y desgastan
las bases de la democracia.
Generalmente desde sectores
corporativos, otras veces desde la misma política, pero eventualmente
haciendo culto de la “antipolítica”.Repudiamos firmemente a quienes
desde el oportunismo y de manera inescrupulosa llevan a la sociedad al
lugar común del miedo, intentando obtener algún rédito inmediato que les
permita posicionarse. Vemos esto claramente en torno al debate del
nuevo Código Penal.
Donde quienes se presentan como los
renovadores de la política proponen las conservadoras recetas de la
doctrina de la mano dura desde un enfoque ingenuo, falaz e improvisado,
al punto que intentaron someter el asunto a consulta popular, cuando la
Constitución Nacional expresamente veda el tratamiento de las cuestiones
de índole penal a esta forma de democracia semidirecta.Ahora bien, la
democracia se construye con responsabilidad, pero también con reglas
claras.
Debemos decir, y aun haciendo autocrítica, que el sistema de partidos políticos hoy no favorece a eso.
Condenamos
el hecho de que nuestro propio partido desautorice al miembro de la
Comisión Redactora del Anteproyecto del Código Penal, Ricardo Gil
Lavedra, quién oportunamente fuera designado por la propia UCR para
cumplir ese rol.
Aunque claro, ahora es en el propio Gil
Lavedra en quien nuestro partido delegó la inmensa responsabilidad de
proyectar un frente electoral a nivel nacional. Por un lado el castigo,
por el otro el premio.
De esas contradicciones en las que hace
tiempo viene incurriendo la UCR no podemos soslayar el hecho de que
fuerzas políticas que forman parte de la Comisión por la Memoria, la
Verdad y la Justicia vetaran o no acompañaran al radicalismo en su
participación de la marcha del día 24.
Como si la historia de
luchas y las banderas conquistadas por el radicalismo en el campo
popular y de los derechos humanos no tuvieran significación alguna.
Afirmamos que es contradictorio porque es con esas mismas fuerzas
políticas que pretenden borrar nuestras banderas con las que la
institucionalidad de nuestro partido está planteando el armado de un
frente nacional.En la misma contradicción se cae cuando la dirigencia se
muestra tibia, mesurada y prudente a la hora de rechazar
categóricamente cualquier alianza electoral con el neomenemismo
expresado en el PRO o el Frente Renovador.
Con la excusa de
que la UCR debe captar distintos segmentos del electorado, es decir, a
los que hoy ven a Massa o a Macri como opciones, pareciera hoy que no
hay prurito alguno en claudicar convicciones y rifar nuestra historia.
Pero al mismo tiempo, estos se presentan como estandartes del
progresismo partidario. Resulta más sincera al menos la actitud de
dirigentes como Aguad, quien de antemano se muestra ideológicamente tal
cuál es y no tuvo reparos en señalar como un error histórico la
Convención de Avellaneda de 1945.
Como vemos, afortunadamente
no todos tienen el complejo de pretender ocultar su pertenencia
ideológica y por eso disfrazarse de algo que no representan.
Esa
lógica necia de la política, que no muestra coherencia, junto a la que
la niega, atentan contra el fortalecimiento de la democracia.
En
la ideología está el método. Y por los métodos a los que nos tiene
acostumbrados la dirigencia podemos decir que en la UCR la ideología,
siempre presente, se ha derechizado.Es tarea de todos, pero sobre todo
del progresismo, de ese que aún abunda entre los radicales, encauzar el
rumbo.-
Lucas Olabarriaga (Pte. Congreso JR Pcia. Bs. As.),
Diego Biscioni (Sec. Gral. JR Pcia. Bs. As.), Nelson Travaglia (Sec.
Prensa JR Pcia. Bs. As.), Jorge Astone (Sec. Gral. JR 3º Sección),
Celina Arrizabalaga (Delegada Seccional 1 º Sección), Gastón Cristani
(Delegado JR al Comité Pcial.), David González Klajnberg (Pte. JR Gral.
Rodríguez), Leandro Alem (Pte. JR Lanús), Federico Romano (Pte. JR
Moreno), Eric De Titta (Pte. JR Lomas de Zamora), Ornella Brunoro (Pte.
JR Merlo), Emiliano Mensor (Congresal Pcial.), Carlos Rodriguez, Ramiro
Palma (Franja Morada Derecho UBA), Adrián Buffoni (Pte. JR Almirante
Brown), Ignacio Obuljen, Guido Alvarez Rossi, Damián Da Costa, Matías
Señorans, Gisella Enciso, Verónica Celene Ferrere, Agustín Veiga,
Adriana Iglesias.
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