Llamado de la Juventud Radical de Lomas de Zamora a la Lucha a todos los correligionarios de izquierda y centro-izquierda:

Diferencias inexplicables. A veces inexistentes. Eso se viene sucediendo en nuestro Partido en los últimos tiempos. Vanidades personales nos han hecho profundizar una dispersión cómplice de una atomización dañina a destinos necesariamente colectivos. Mientras tanto, cientos de correligionarios nos encontramos sumergidos en el intento de mantenernos en pie trabajando por lo que consideramos un destino por el que nos propusimos luchar, con las dificultades lógicas que se interponen, y con los aciertos y errores que son comunes del propio hecho del decidir hacer, de no quedarse quietos, de ser un verdadero militante, o estar lo más próximo a ello.

Responsabilidades, compromisos, decisiones, es todo aquello que hemos resuelto asumir; Pero las adversidades son mayores, y el esfuerzo sobrehumanamente se multiplica producto de la diáspora de la que tanto nos está costando salir, simplemente porque no nos estamos proponiendo romper con ella, anularla.

No siendo suficiente aquello, parece que no terminamos de darnos cuenta que nuestra propia inconsistencia está en haber perdido un contacto real con las luchas sociales, una participación permanente por los reclamos de los que más padecen la vejación de un sistema que los excluye.

Estamos olvidando que en la raíz fundacional e histórica del Radicalismo se encuentra su esencia Nacional y Popular, y no un comportamiento de cooperación con las patronales y los intereses corporativos. El Estado de Derecho y la Justicia Social son las razones por las que por décadas de modo inclaudicable se ha peleado, y el Radicalismo ha estado allí, promoviendo la defensa de una real igualdad de oportunidades, sostenida por valores humano-colectivos.

Una realidad más que suficiente para que entendamos la necesidad de tener que auto-convocarnos los radicales con el propósito de devolverle el lugar que es en el que debe estar el Partido Radical, acompañando codo a codo a los trabajadores; A los estudiantes en el reclamo de una verdadera calidad educativa; A los jubilados; En la lucha contra la represión policial; En la lucha por un sistema de salud que responda a las necesidades de los concurrentes; En la lucha por una verdadera libertad sindical. Tenemos que comprender que el Radicalismo no está en las reuniones de cúpulas, sino que está en el pueblo, y es el pueblo que también reclama un acompañamiento real y auténtico del Radicalismo, que comprenda sus necesidades, y sea capaz de saldarlas.

Despertemos correligionarios!!!, y dejemos de lado la dispersión absurda en la que nos encontramos, dejemos a un costado las disputas meramente electorales, y seamos capaces de enfocarnos en poder retomar las sendas sociales, atendiendo y acompañando los reclamos populares, y de confluir para despejar la diáspora en la que estamos inmersos. Auto-convoquémosnos con ese propósito; No necesitamos ser citados por la cúpula Partidaria, porque está enteramente en todos nosotros la responsabilidad, el compromiso y la firme decisión de devolverle una identidad ideológica, programática, Revolucionaria y Social a la Unión Cívica Radical.