Sólo un ápice de luz, entra en la habitación, luz que revela la inalcanzable libertad. Mientras horrorosos gritos, llantos y sollozos aturden los oídos. Ya estamos muertos, los sonidos de la vida, de la calle, en realidad, son de otro mundo, aquél al cual ya nunca más perteneceremos.
Animales clandestinos descargan su furia, sus tormentos.Sólo muerte, nunca vida. El edificio de pesadillas, de terror nos enclaustra. Ahora mi realidad es penumbra, mi presente dolor y mi futuro es muerte. Pero aunque muera, siempre voy a seguir vivo, como también ellos, los que sufren. En cambio, aquellos seres infrahumanos, ya están muertos, aunque vivan, aunque respiren, ya están muertos...(E.De Titta)
Gracias Raúl Alfonsín por instaurar la conciencia democrática en la sociedad argentina. Aprendimos a decir Nunca más, pero tampoco nunca más olvidemos. Hoy a 28 años de aquella emocionante elección donde el pueblo argentino volvió a votar luego de la más sangrienta dictadura. Gracias Raúl.
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